Herramientas digitales: buscadores de caminos


Internet ha llegado para quedarse y Sandra Crucianelli nos acercara, con diferentes herramientas que nos disminuirán las vías que nos separan de la información. En el universo global de la web, pasos para buscar lo que tanto anhelamos.

por Lucas Damián Seguí @lucassegui

En este capítulo, la autora explica las técnicas de recuperación documental en Internet permitiendo acceder a informaciones que por lo general no aparecen en nuestras búsquedas.

Como en el orden de la vida, todo crecimiento implica cambios y procesos constructivos, Internet no es la excepción de la regla. Podríamos decir que su crecimiento es abismal por lo que su continuo cambio hace obsoleto lo que hasta ayer era novedoso. Crucianelli, cautivada por la red mundial, asegura que el constante crecimiento de la Web y la aparición de las herramientas para su uso favorecieron al periodismo, no solo porque puede crearse un medio digital con pocos recursos sino que en la misma profundidad de la red mundial existen informaciones no conocidas, no difundidas, esperando algún día ser expuestas al conocimiento publico y masivo. Pero como eje fundacional de la misma, se encuentran justamente a partir de las búsquedas cotidianas, de sacar a la luz contenidos de interés social, utilizando las herramientas que día a día aparecen y recuperando documentos que nos derivaran en otros, para finalmente darles un significado periodístico.

El searching o búsqueda contínua está en permanente cambio y según Crucianelli es más una actitud marcada por el uso del entorno digital, pero dominada por la resistencia a creer que un día no habrá nada nuevo.

Entrando en la práctica y en la recuperación de documentos en la Web, todo documento hallado en la Web debe cumplir con cuatro requisitos: verificativo o comprobatorio, explicativo,  editorial (que explique de donde proviene) y el de perdurabilidad, desde cuando se realizó.

Es necesario entender que tipo de herramienta de búsqueda se utiliza cuando rastreamos un documento virtual. Se distinguen: directorio, donde se encuentra una lista categorizada de sitios Web por temas; los buscadores o motor de búsqueda, permitiendo la recuperación de información incorporando a su sistema nuevas entradas que circulen en la Web (Ej. Google, Bing, Cuil); metabuscadores, más avanzados y permitiendo la recuperación de sitios a partir de una búsqueda en paralelo, cruzando información de los distintos buscadores (Ej: Metacrawler).

Según Crucianelli, la mejor búsqueda no es la que ofrece más resultados. Se utilizan métodos de filtrado mediante operadores, llamados “booleanos”, que combinan signos y palabras para búsquedas más eficientes. Muchas veces, si se ajusta demasiado la búsqueda, el buscador podría no recuperar lo que se busca. Surgieron a partir del Algebra del matemático George Boole, permitiendo la combinación de términos de búsqueda de acuerdo a las necesidades, obteniendo un universo más acotado. Conocidos como and (+) y not (-), son operadores de restricción, mientras que OR es un operador de expansión (mayor número de resultados) estos elementos facilitan la vinculación de términos de búsqueda y definiendo la relación entre ellos. Las comillas, devolverán las páginas con las frases exactas que se incluyó dentro de las mismas.
Siguiendo en este lineamiento, la búsqueda combinatoria espacial permite combinar un dato y una frase o varias frases, relacionándolas con una o varias sumas. Se intenta, mediante el uso de sinónimos, variar sus opciones de búsqueda para optimizar resultados.

Dentro de nuestras búsquedas, también existe la posibilidad de ajustar preferencias referidas, por ejemplo, al idioma. Ajustadas a nuestro idioma, se acortará solamente al idioma seleccionado.

Cuando se busca información especifica, la mejor opción es la herramienta que se conoce como búsqueda avanzada. Si bien Google es el buscador más utilizado del mundo, la búsqueda avanzada del mismo permite, a través de diferentes campos de búsqueda, recortar y especificar términos que nos llevarán a un resultado más preciso. Además, se podrá también usar un filtro más preciso y acortar en idioma, región, fecha, dominio y formato. Este último tiene una razón interesante planteada por la autora. Muchas veces, existen documentos en diferentes formatos que suelen dificultar nuestro acceso al mismo, más precisamente os relacionados a organismos y gobiernos, que tienden a operar de manera más lenta y dificultando el proceso de acceso a la información publica, garantizados por ley.

La lectura de enlaces también es una herramienta para tener en cuenta. Podemos distinguir del mismo la extensión, desde su origen, su vista, su HTML y su acotación. Por lo general, los enlaces que nos devuelven los buscadores contienen bastante información, lo que permite, en pocas palabras, “intuir” de qué trata el mismo. Además, si necesitamos recurrir a archivos o páginas ya inactivas, existen lo que se conoce como Archive o “máquina del tiempo”, pudiendo recurrir a los contenidos que alguna vez tuvieron vida en la Web, cargada de archivos, imágenes, audio, software, etcétera.

Si de buscar en las profundidades se trata, Internet tiene ese lugar recóndito donde yacen informaciones que simples buscadores no pueden llegar, con contenidos de bases de datos e informaciones sólo recuperables a través de búsqueda dentro de la misma. Para acceder a ellas, se necesitan ejercer los diferentes mecanismos de búsqueda, como por ejemplo, los recortes de dominio.

Los dominios por lo general son demasiados largos, por lo que la eliminación de algunos dominios permite recuperar documentos que no son fáciles de visualizar desde la página de inicio.

Siguiendo con Google, también permite especificar la búsqueda a partir de opciones de filtrado como la Web, noticias Google, libros y blogs, teniendo también para cada una, una búsqueda avanzada.

Si intentamos buscar información académica, Google tienen herramientas que nos llevaraán hacia esa decorosa búsqueda con términos como “Más” y “todavía más”. Se nos posibilita un buscador específico de temas académicos, rescatando aquellos documentos que generalmente no aparecen si se remite a una posición geográfica. Además, se dispone de una versión para cada país. Otro sitio donde podemos buscar esta especificad de archivos es Wikipedia, con una base de datos más ampliada.

Los blogs, en auge en la última década, también tienen su lugar en los escritos de Crucianelli. Y si de buscarlos se trata, muchos de estos tienen información de importancia para los medios. De ellos, mediante una búsqueda, podemos detallar horarios y actualizaciones de cada uno.

La búsqueda de libros y e-Books de libre descarga, mediante la contínua indagación no sólo permiten documentar reportajes sino también aportar primicias que luego formarán la agenda temática de otros medios.

Si intentamos buscar nuestros archivos por formato, nos puede conducir a una primicia. Cierta información, expuesta en un formato determinado, puede construir a una noticia, ya que su análisis, por ejemplo un archivo en Excel, permite conocer algo que era desconocido. Además hay un recorte para cada uno. Podemos encontrarlos como PDF, Excel, Power Point y así nuestra búsqueda se acotará a esos formatos.

La propiedad intelectual de un documento se transformá en la parte legal de la Web. Habrá fotografías, textos y documentos protegidos por derecho de autor y por ende no se permitirá su reproducción, salvo que se exponga un permiso explícito del autor. La licencia, conocida como Creative Commons (CC), permite registrar un dominio de propiedad sobre lo que se expone y catalogarlo en diferentes licencias: atribución (reproducción reconociendo el mérito de origen), no comercial (reproducción sin fines comerciales), obras no derivadas (reproducción sin derivaciones). Dentro de las mismas se incluyen los videos, fotografías, audio y sonidos, utilizados para la contextualización muchas veces de una información.

Con todas las herramientas conocidas ya utilizadas para nuestras búsquedas, queda por observar el contenido con que nos encontramos en las páginas y archivos. Esto se refiere a la validación de los datos que nos aporta la Web. Un dato o información no implica que sea verdadero. Para entender y no creer en todo lo que se nos presenta, Crucianelli plantea cinco pasos para saber si el contenido es confiable. Analizar la confiabilidad del recurso, buscando menciones del mismo; conocer quiénes son los responsables del mismo; si su actualización es permanente; si el sitio contiene errores de ortografía o si la información no está presentada de forma clara y precisa y por último saber cuál es el sistema de financiamiento.

Quedará por comentar por último cómo guardar un archivo de Internet. Se guardará como archivo único o como HTML (sólo texto y formato básico).

En conclusión, en este mundo avanzado y avasallado por las nuevas tecnologías, las herramientas que brindan, en este caso Internet, deben se un aliado más del periodista de investigación en su búsqueda permanente por llegar a su objetivo final. No considerarlas será un error imperdonable ya que en un futuro no muy lejano nos encontraremos más que inmersos en ellas y estarán ahí, o estuvieron en nuestras narices y a la vuelta de la esquina.

Artículo basado en el capítulo 1 del libro Herramientas digitales para periodistas de Sandra Crucianelli.

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